Tuvimos, una vez más, el placer de disfrutar
de la variedad de aves que nos ofrece este tramo del río, a su paso por el
centro de la ciudad.
El grupo estaba compuesto por unas chicas de
la misma Córdoba, conocedoras del lugar, pero que ignoraban la riqueza
faunística del mismo.
Fue una agradable jornada, donde nos recreamos
con la pesca del cormorán. Esta ave puede mantenerse bajo agua, buceando, casi
un minuto, y de este modo alimentarse de peces de diferente tamaño. Acto
seguido, antes de dirigirse a sus posaderos, extienden sus alas para
secarlas, y después hacen un pequeño
vuelo hacia el lugar donde pasarán la noche.
También disfrutamos del andarríos, que estuvo
alimentándose muy cerca de nosotros. Debido al color de su plumaje y su tamaño,
se camufla muy bien entre los cantos del río, pero gracias a su llamativo
canto pudimos localizar a una pareja.
Después de 10 minutos, desparecieron con su singular vuelo, intercalando
aleteos rápidos y pequeños planeos.
Por supuesto, también localizamos un nutrido
grupo de lavanderas blancas, la garza real, garcetas, gallinetas…
Al caer la noche, recogimos nuestro material y
tomamos un refresco en un establecimiento de la zona. Allí pudimos descansar y hacer balance de todo lo observado.
Pablo Peña
www.cordobaviva.com